…ya se acercan las elecciones. ¡Que las hacemos en octubre! ¡Que como viene la crisis y nadie quiere hacerse cargo las adelantamos para junio! Que algunos renuncian, que otros se unen, que otros tantos se pelean: El mismo conventillo político de siempre, el mismo carnaval del poder ante la vista del pueblo, de los trabajadores que pagan los platos rotos de las disputas de poder por más poder.
Esta vez senadores y diputados, supuestos encargados de llevar la voz del pueblo a la hora de dictaminar leyes que satisfagan sus necesidades, todos con miras a un mundo mejor con menos pobreza y mas trabajo. Hasta aquí vamos bien, comprendiendo una de las mentiras más grandes de esta democracia indirecta.
Ahora bien, mi intención es mucho más simple que cualquier tipo de planteamiento político-analítico-intelectual. Mi intención (tan buena como la de estos voceros del pueblo, por cierto) es hacer ver que esto es MENTIRA, y nada mas que eso.
Propongo un ejercicio abstracto muy simple: Imaginemos un grupo de 10 personas sin relación alguna que quieren un gran pedazo de pan para poder compartirlo entre todos en partes iguales. Son 10 personas luchando por un mismo bien común.. ¿Qué les conviene, sino mas que aunar fuerzas para conseguirlo? ¿Les convendría dividirse, y luchar separados por obtener ese pedazo de pan, a fin de que uno lo consiga y logre repartirlo entre todos? Es algo sospechoso ¿No?, inmediatamente se nos cruza por la cabeza que ese ser honesto y solidario que lo consiga solo querrá comérselo el solo o venderlo para incrementar su capital. Lo mismo sucede con la política.
Un numeral de parásitos fanáticos de este sistema que predican las mismas promesas de trabajo e igualdad, luchando por conseguir un puesto en el poder, no para hacer realidad esas bellas palabras que recitan diariamente desde sus estrados, sino para comerse ellos solos los frutos de sus transas y negociados con los grandes grupos económicos; cuando podrían luchar entre todos por alcanzar esos ideales ficticios ¿O no?. Es una cuestión de lógica: La unión de fuerzas genera solidaridad para poder alcanzar un bien común. La división solo genera competencia y una disputa por determinado objetivo; en este caso dominar y humillar al pueblo con falsas promesas de un cambio para todos.
Un ejemplo casi infantil, para llegar a la tan evidente conclusión de que no podemos creer en un hombre o mujer que maneje nuestras vidas explotándonos, oprimiéndonos, esclavizándonos. Porque ya no es una cuestión de tendencias ideológicas o de discusiones filosóficas; se trata de nuestras vidas y nos las manejan a sus antojos. Mientras, permanecemos pasivos viendo como mueren niños de hambre, trabajadores pierden sus empleos, miles de personas viven en las calles, policías asesinan, transan, reprimen; políticos de izquierda o derecha MIENTEN.. Y el pueblo les cree.
Esta vez senadores y diputados, supuestos encargados de llevar la voz del pueblo a la hora de dictaminar leyes que satisfagan sus necesidades, todos con miras a un mundo mejor con menos pobreza y mas trabajo. Hasta aquí vamos bien, comprendiendo una de las mentiras más grandes de esta democracia indirecta.
Ahora bien, mi intención es mucho más simple que cualquier tipo de planteamiento político-analítico-
Propongo un ejercicio abstracto muy simple: Imaginemos un grupo de 10 personas sin relación alguna que quieren un gran pedazo de pan para poder compartirlo entre todos en partes iguales. Son 10 personas luchando por un mismo bien común.. ¿Qué les conviene, sino mas que aunar fuerzas para conseguirlo? ¿Les convendría dividirse, y luchar separados por obtener ese pedazo de pan, a fin de que uno lo consiga y logre repartirlo entre todos? Es algo sospechoso ¿No?, inmediatamente se nos cruza por la cabeza que ese ser honesto y solidario que lo consiga solo querrá comérselo el solo o venderlo para incrementar su capital. Lo mismo sucede con la política.
Un numeral de parásitos fanáticos de este sistema que predican las mismas promesas de trabajo e igualdad, luchando por conseguir un puesto en el poder, no para hacer realidad esas bellas palabras que recitan diariamente desde sus estrados, sino para comerse ellos solos los frutos de sus transas y negociados con los grandes grupos económicos; cuando podrían luchar entre todos por alcanzar esos ideales ficticios ¿O no?. Es una cuestión de lógica: La unión de fuerzas genera solidaridad para poder alcanzar un bien común. La división solo genera competencia y una disputa por determinado objetivo; en este caso dominar y humillar al pueblo con falsas promesas de un cambio para todos.
Un ejemplo casi infantil, para llegar a la tan evidente conclusión de que no podemos creer en un hombre o mujer que maneje nuestras vidas explotándonos, oprimiéndonos, esclavizándonos. Porque ya no es una cuestión de tendencias ideológicas o de discusiones filosóficas; se trata de nuestras vidas y nos las manejan a sus antojos. Mientras, permanecemos pasivos viendo como mueren niños de hambre, trabajadores pierden sus empleos, miles de personas viven en las calles, policías asesinan, transan, reprimen; políticos de izquierda o derecha MIENTEN.. Y el pueblo les cree.
Por eso, en estas elecciones elegí no ser parte de esta Gran Mentira, NO VOTES! Luchá en las calles, en tu trabajo, organízate horizontalmente. Hay mucho por hacer, muchas luchas verdaderas que necesitan el apoyo de todos.
Andá a votar, vendele tu vida a chupasangre para que haga con ella lo que quiera.
Por Rocio
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