miércoles, 4 de febrero de 2009

¿LIBERTAD SINDICAL?


Hace pocos días la Corte suprema permitió la convocatoria a elecciones de delegados a ATE (CTA) mediante un fallo judicial. La CTA y varios otros sectores dijeron que se abre con esto una nueva etapa de libertad sindical en este país.
El fallo reciente afecta únicamente a los trabajadores estatales, dejando sin efecto al resto de los trabajadores.

Si por algo se caracteriza este país es por la avanzada en políticas laborales orientadas a la prohibición del sindicalismo. No hubo, en los últimos 70 años gobierno alguno que haya cesado la prohibición de asociación libre para los trabajadores. Sí ha habido, como en este caso, medidas de reforma producto de la crisis en la que se encuentra el gobierno y resultado, claro está, de la tensa relación que vive el kirchnerismo con la CGT por la ola de despidos masivos que ya esta azotando a los trabajadores.

Pensar que estamos de frente a la “libertad sindical” es caer en el error del sindicalismo reglamentado, corrompido, infiltrado y formado (muchas veces) con fines prostitutos, o peor, ser partidarios y mentores del asesinado diario de la libertad y la explotación de los trabajadores, negando el derecho fundamental de asociación desde los mismos trabajadores, sin injerencia del Estado.

Entendemos por verdadera libertad sindical a la organización por fuera del Estado sea cual sea el poder que quiera reglamentarla, y no a un cambio dentro de una ley fascista.
No podemos creer que la legalización y control sindical, que es tan valiosa política de Estado, pueda ser removida por una estrategia del Gobierno dejando vigente, o mas, expandiendo, el modelo de enajenación del trabajador que impulsan los sindicatos verticales; cómplices del mismo crimen que el poder de turno.

Dejar a los trabajadores reducidos a votantes para comisiones internas, manejar a los sindicatos con personerías gremiales y exigir a las agrupaciones estar reguladas por el estado no es libertad sindical. Obligar a los trabajadores a dejarse estafar en las comisiones paritarias, haciendo pie en la “democracia sindical” tampoco lo es; y no lo es, por lo tanto, reproducir el sistema de reglamentación sindical con unas organizaciones más reconocidas por el Estado. Lo que los sindicatos inscriptos avalan con esta actitud es la prohibición de la verdadera libertad de asociación gremial, negándola cada vez que el Estado manda a reconocer el sindicato por medio judicial.

Esperemos ver si realmente es como dice la CTA, que esta “libertad sindical” puede ser usada con fines justos, o solamente veremos más fehacientemente quienes sostienen, de una u otra manera, la dictadura sindical en la Argentina

Por esto mismo la FORA exhorta a los trabajadores a reflexionar sobre estos sucesos, para poner límite al engañoso mesianismo benévolo que el Estado quiere usar de cortina de tamaña tiranía que viene cimentando sobre el pueblo, usando a las instituciones u organizaciones proclives a la traición, como la CGT y la CTA, entre tantas, para mantener calmada la evidente necesidad de organización libre ante el despojo que vivimos los trabajadores todos los días.

Lo combate el Gobierno y la CGT, las empresas y las instituciones religiosas y parece olvidarlo la CTA:

“La emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos”

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