domingo, 20 de junio de 2010

El Estado asesinó a dos personas en Bariloche

Un joven fue asesinado por la Policía de un tiro a la cabeza durante la madrugada. A raíz de esto, la indignación de los vecinos se hizo presente en la comisaría del barrio. La Policía volvió a responder de la misma manera: producto de la represión, mataron a otra persona y hay más de veinte heridos, dos de ellos en grave estado.Bariloche, jueves 17 de junio de 2010 (Agencia Walsh)A las 4.40 de la mañana tres jóvenes fueron interceptados por la Policía de la Provincia de Río Negro, ante un supuesto robo. Según la información oficial, estos chicos quisieron escapar de la intervención policial y, como consecuencia de ello, un policía disparó un balazo a uno de los jóvenes, Diego Bonefoit, de 15 años de edad. Al llegar al Hospital, ya estaba muerto.Al enterarse de lo ocurrido, en el transcurso de la mañana, los familiares y amigos de Diego Bonefoit se acercaron a la comisaría 28 para repudiar el asesinato. Producto de la indignación y la impotencia, los manifestantes comenzaron a tirar piedras a la seccional; la Policía respondió de la única manera que sabe: reprimiendo.Se hizo presente la brigada antimotines BORA, quienes se sumaron al accionar de la Policía. Comenzaron a lanzar gases lacrimógenos y balas de gomas, a perseguir a cualquiera que anduviera en las cercanías. Ni siquiera tuvieron en cuenta que, a pocos metros de allí, se encuentran dos colegios que, a esas horas del día, estaban repletos de chicos. Todo esto, produjo un clima muy tenso en el Barrio Boris Furman, uno de los más humildes de Bariloche, ubicado en “El Alto”, donde se encuentra la comisaría, frente a la casa del joven Bonefit.En horas de la tarde, el intendente intentó realizar una conferencia de prensa que fue impedida por los vecinos cuando se enteraron de un nuevo muerto a causa de la violencia desatada por las fuerzas “de seguridad”.Como si fuera poco, el ministro de Gobierno, Diego Larreguy, justificó el accionar de la Policía diciendo que “tenía que proteger la comisaría porque después la tenemos que hacer de vuelta”. En tanto que el juez de Instrucción Martín Lozada se hizo presente en el lugar, habló con la familia de Larreguy y ordenó la detención de un cabo de la Policía, sospechoso de haber sido el autor del disparo que terminó con la vida de Diego. Dicho juez pidió la intervención de la Gendarmería Nacional y más policías se acercaban a Bariloche, desde Roca y Viedma, para tratar de “controlar la situación”. Los vecinos temen que durante la noche se endurezca más el accionar represivo. Sin embargo, están reunidos en los alrededores de la comisaría para exigir que los responsables de esta atrocidad sean castigados; no olvidemos que hay por lo menos dos personas internadas en grave estado y más de veinte heridos. La tensión sigue vigente. La sociedad entera deberá cuestionar su pedido de mano dura, esa que se aplicó sin restricciones durante más de quince horas en las calles de Bariloche.