La justicia de esta democracia de la que tantos parásitos, obsecuentes y obedientes del sistema llenan el espacio mediático de fraseologías altisonantes para demostrar su mentirosa equidad, y que en realidad esos relatos son parte de una guerra psicológica de desmovilización a través del miedo y que está dirigida fundamentalmente al pueblo trabajador para sujetarlo aún más a la cadena de domesticación, condenó a perpetua a 4 trabajadores petroleros, en un fallo infame.
La vesania que significa la condena a los trabajadores a pasar su vida tras las rejas, debido a declaraciones tomadas bajo tortura, como en las mejores épocas de la última dictadura cívico-militar-clerical. Los cuatro fueron acusados de la muerte del policía Sayago, producida en el 2006 durante una huelga, reprimida por la policía, contra el impuesto al salario y la tercerización, que conmovió al norte de la provincia de Santa Cruz.
Ramón Inocencio Cortez, José Rosales, Franco Padilla y Hugo González son los obreros que según el fallo inquisidor de la justicia santacruceña, deberán pasar el resto de sus vidas tras las rejas sin ninguna prueba. Nuevamente son los trabajadores el “chivo expiatorio” de las iniquidades del sistema capitalista y nuevamente somos los trabajadores los vilipendiados y expoliados por el imperio de la justicia de la burguesía.
Esta justicia con la venda sobre sus ojos, que se hace la distraída frente al robo y el despojo que desde el estado, el poder político y las patronales ejercen sobre el pueblo productor; esta misma justicia que no quiere sacarse esas vendas para ver la realidad de millones de desposeídos que se los trata como esclavos y se los expone a la más bárbara manipulación, esa misma justicia lacerante y medieval es la que ha condenado a nuestros compañeros. ¡Una verdadera infamia!
¡TODA LA SOLIDARIDAD A LOS CONDENADOS!
¡ORGANIZACIÓN Y MOVILIZACIÓN PARA LA LIBERTAD!